jueves, 30 de junio de 2011

¿Sabes?


Sabes? aquel día tu mano era perfecta, tus cinco deditos... uñitas...su piel puro terciopelo...la mía estremecida para siempre.


Sabes? No podría por más que lo intente explicarte.... sensación extrema...dulzura...amor...dolor...miedo...alegría...no podría abrir mis ojos...ni cerrarlos...algo demasiado nuevo me invadía y no sabía controlarlo.

Sabes, sí que lo sabes.

Mis ojos al mirarte te lo han dicho cada mañana de tus días, mis dedos te lo han transmitido en cada noche al acostarte, claro que lo sabes.

Sabes a la perfección que lo has sido todo, mi llanto cuando no te tuve, mi risa si podía tenerte, tanto lo sabías que suplicaste tantas veces estar a mi lado, mi lucha se hizo tuya hasta que lo lograste.


Si hijo mío, lo sabes, yo lo sé, todos a nuestro alrededor lo saben, siempre serás puro terciopelo...


Distancia que se acorta cuando el tiempo transcurre, dolor compartido en nuestro hogar añorado y ahora...silencio...silencio...miradas...silencio...saliba parada en la garganta...silencio...

¿lo sabes?

Ojalá hijo mío no tuvieses que saberlo...lo sabes... se me hiela el alma al decirlo...arde mi sandre al nombrarlo...y es así porque sabes.

Mi alegría ha sido tu sustento los últimos años, la tuya será el mío todo el tiempo restante.
Desde este trozo de papel te pido que no ceses...no
pares...arranca...pisotea...ama...ríe...llora...habla...habla...habla...pide...habla...


Silencio...silencio...silencio...dolor....silencio...

¿Sabes?


Quiero oírte gritar de rabia pera abrzándome, que tus lágrimas con ello se transformen en risas, en carcajadas.

Ríe conmigo, recuerdas que te dije que yo he conseguido sonreír, ser feliz, pues sigo siendo fuerte, más incluso, tú me has dado tu mano desde tu nacimiento...Como no Ser...no tengo palabras para decirte...no hacen falta...


Tú, sí hijo tú ya lo sabes...pues ríe conmigo

1 comentario:

  1. Refugio de noches frias en el corazón y de intenso calor en el ambiente...solo ellos pueden dar el hálito suficiente para seguir luchando.
    Contagiame esa felicidad princesa.
    La deseo tanto tanto tanto....
    que se me ha secado la garganta de tanto gritar, y emnudezco en mi soledad.

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