Sirena surcando un nuevo mar

Tengo un buen presentimiento, la vida me sonríe, estoy segura de ello, siempre lo hace, pero hoy también le brillan los ojos...

Duérmete niña, duérmete ya, que viene el coco y te comerá.

Como va pasando el tiempo, los relojes no cesan, tienen más prisa que mi vida. Pero cerraré los ojos, no veré que han hecho conmigo las horas, mis entrañas no saben de miedos, quieren arriesgarse, lanzarse a navegar, izar las velas de su barco pirata.

Los mares son míos, seré la sirena que siempre he querido ser, un pescador verá mis aletas, se prendará de mi hermosura, del brillo de mi alma, será un grito de valor el que se escuche en el océano.

Canto de sirena eterno, nadar en contra la corriente, no temer a los monstruos marinos, mi fuerza será superior, no dejaré que me coman, no dormiré mi niño, no dormiré ya...

Puede existir calor dentro del agua, evaporarse toda y quedar tan solo la sal, yo con mis fluidos dejaré que de nuevo construya una playa para descansar.

La arena mi lecho, el sol mi manto, tus caricias mi comida, esto si es vivir, me lanzo una y otra vez a nadar, refrescándome en mi mundo, en el tuyo, te llevo de mi mano, dejo que tu me portes con tus fuertes brazos, sé que serás eterno, sé que serás, eso es ya suficiente.
Intuyo que sabrás dar clases de canto a mi pececito, que no cesarás en el intento aún siendo torpe mi niño, que querrás vivirnos, me mirarás y sabré que estoy bien, que ya no se secará más mi piel.