miércoles, 16 de marzo de 2011

Abuelo


De niña jugabas conmigo, aún recuerdo tu cara, mirándome, tu sonrisa, cuando todo estaba bien...
Desde aquella cama que te alejó de mí me amabas, siempre alegre al entrar yo para que no sufriese por ti, que gran hombre has sido, querido abuelo.
Ya van mas de 30 años y soy incapaz de nombrarte sin emocionarme, sin aguarse mis ojos, en ocasiones las lágrimas arrollan mis mejillas, porque has marcado un antes y un después, porque como tú nadie me ha querido, porque se que si tu estuvieses...
Ay abuelo cuanto te hecho de menos, cuantos días te he llorado, cuantas veces te he pedido, que necesidad de ti, de tus besos, de tus cuidados, de una regañina por mis travesuras, de una palmotada en mi trasero a tiempo.
Miro a las estrellas todas las noches, una eres tú, te hablo, te pido mil y una cosas, tú eres el ángel que guarda mi casa, lo se, estás al lado de mis hijos, al mío también, te siento, se que eres tú, así deseo que sea.
Qué pena mi viejito, que no puedas conocer estos lindos hijos que yo tengo, que pena si abuelo, que pena.
Añoro tantas cosas, me llegan tantos bellos recuerdos, eres una imagen viva en mí, estás vivo abuelo, en mi corazón.
Tengo una medalla, siempre la llevo en mi pecho, tu foto está grabada en ella, es mi consuelo, es mi amuleto, tú lo eres todo.
Puedo sentir tus manos peinándome, recuerdas? aquel día cuando abuelita se llevó a mi hermano a una excursión, tu me hiciste una trenza, otra, te sobraba pelo, y me hiciste una tercera, yo era muy pequeña, pero lo recuerdo como si fuese ayer mismo, la hija de la madrina quería quitarmelas, hacerme dos, no la dejé "me las hizo mi abuelo" le dije orgullosa.
También puedo recordarte, con tu boina, con tu porrón de vino...
Ay abuelo, que necesidad de tus caricias, con tus dedos me acariciabas la cara, esos mimos son mi sustento, te hecho en falta, te quiero.

2 comentarios:

  1. Ay niña, que me has emocionado...esos recuerdos son tan entrañables que no pueden sacarse nunca del alma. Me recordaste cuando yo llegaba con mis pies cansados y polvorientos y él, me sentaba en sus rodillas, me los quitaba y con sus manos sacudía la arena.
    Precioso cielo, preciosa tú y tu blog.
    No entendí lo del enlace, pero sé que tú sigues el mio.
    Mi beso contigo desde el alma.

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  2. Hola Alma, así que tu también tienes buenos recuerdos de tu abuelo... yo daría algo porque aún estuviese aquí...
    Dime tu blog, dices que yo lo sigo? ahora no me doy cuenta cual es, dejame la dirección por favor.
    Un beso

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